Es un frenesí, una locura. Es aquel pensamiento que acecha tu mente hasta el descontrol. Es una maravillosa desgracia. Es irónico e indescriptible.
Todo empieza con una simple página. Te aburres, estás en clase, tienes una computadora sin internet, viajas en tren, ves algo que te llama la atención. Sin entender muy bien porque, sobre aquel blanco de infinitas posibilidades, plasmas vagas palabras. Quizás tenga un inicio como "Erase una vez" o "Todas las noches son oscuras, pero esta lo era en especial" Termina gustandote. Crees que lo tienes todo controlado. No puede ser tan difícil, piensas. Un nudo, un desenlace y ya está. Lo harás.
Emprendes tu camino. Cada vez redactas más. Con inspiración divina, escribes páginas, capítulos. Te sientes bien y te sorprende. Pero aún crees que te falta algo.
Una mañana cualquiera te despiertas. ¿Sabes? Lo que escribiste ayer pudo haber sido mejor. Lo lees. Lo dejas. Lo vuelves a leer. Con inconformidad, te preguntas que has hecho mal. ¿Será la narración? Podrías ponerle más diálogos. Primera persona, ¿como se te ocurrió? Aunque en tercera tampoco quedaría tan bien. ¿Segunda, acaso? No, es menos entretenida. Entras en una extraña confusión. Te vienen a la mente autores conocidos. Mary Shelley, Edgar Allan Poe, Agatha Christie. Borges, Isabel Allende, Gabriel García Marquéz. Ruiz Zafón, Laura Gallego, J.K Rowling. Haruki Murakami. Octavio Paz, Mark Twain. ¿Qué hubieran hecho ellos en tu lugar? ¿Les habría pasado lo mismo alguna vez? Lo dejas por un momento, despejas tu mente y permites que las palabras fluyan. Aparentemente, no hay ningún problema. Aunque decides recordar aquellos escritores.
Siempre te ha gustado leer. En tu infancia te gustaban los cuentos. Tú sabías que los libros que te dejaban en el colegio eran aburridos, mas los otros te podían transportar a lugares lejanos. Leíste El principito y El patito feo. ¿Te acuerdas de aquel libro que cayó en tus manos por accidente cuando tenías once años? Aquel que sencillamente no podías dejar. El que leíste a escondidas debajo de la mesa y bajo la luz de una linterna, ocultandote bajo las sábanas cuando toda tu familia dormía. Lloraste en silencio cuando ese personaje murió. Cerraste la tapa del libro con satisfacción y melancolía.
Al cumplir los doce años, cogiste un libro de Saramago. Porque habías oído hablar de él, porque querías escribir tan bien como decían que lo hacía. Lo comprendiste a medias.
De todo eso te acuerdas eventualmente. Ahora, tu familia te pregunta, ¿Como puedes leer tanto? No sabes como explicarles que en realidad lees muy poco. Te desanimas al pensar que en toda tu vida nunca podrás leer todos los libros que quisieras. Aún así, continúas leyendo y escribiendo. Hasta que te das cuenta.
Te estrellas como avión en picada. Ves una hoja en blanco, un invierno que te atrapa y te envuelve. No tienes escapatoria. No puedes escribir.
Más tarde, lo logras. De casualidad hallas el nombre de aquel fenomeno que experimentaste. Bloqueo literario, dices. No volverá a suceder.
Dulce inocencia. Aún no sabes lo que te depara el futuro.
Te bloquearás tantas veces que no podrás contarlas. Sentirás que te mueres un tanto. ¡No sabías que la literatura era tan importante para ti! Dos semanas, un mes, dos, seis, un año entero. Tampoco podrás leer. Solo entonces, entenderás el peso de su ausencia. A pesar de que dijiste que tu historia no era tan buena y tus personajes, aburridos, los extrañas como nunca. Cederás a la desesperación. "Escritor que no escribe, lector que no lee. ¿Qué harás ahora que te han robado tus letras?" Suicidarte es absurdo e inconcebible, pero "¿qué sentido tendrá tu vida, si nunca más volverás a hacer lo que te apasiona? Exageras y lo sabes. ¡Estás hecho un dramaturgo! Hubieras nacido en el romanticismo."
Caminarás con semblante de superviviente.
Llegará casualmente. De ser una persona, diría "Hola" sin inmutarse. No sabrás si abrazarla o matarla. Maldita inspiración. Siempre regresará.
Así, el ciclo se repetirá. Serpiente que se muerde la cola, bucle infinito. Te desesperarás. Querrás vivir en un templo budista, alejado de los libros. Te preguntarás porque demonios no te dedicas a vender jugo de naranja en la calle, líder de los scouts, asesino en serie, ¡cualquier cosa sería más fácil! No naciste para escribir, pensarás.
Ni tú mismo te creeras esa mentira.
Andarás ausente. Cuando toda tu familia se preocupe porque tu tía no irá a la boda de tu hermano, tú repararas en que ya sabes que giro dramático le darás al argumento de tu historia. Te sorprenderas queriendo estudiar literatura. Sufrirás. Perderás cantidad de concursos. Sentirás una verguenza descomunal cuando cometas un error ortográfico en el periódico. Te pelearás con tu editor. Te rechazarán en miles de editoriales. Tendrás una terrible crisis económica. Te criticarán como si no hubiera un mañana. Te arrepentirás de no haber escogido Derecho, Diseño Gráfico o Medicina. Pensarás que no hay salida. Serás victima de la tristeza.
Pero verás una película, escucharás un silbido, hallaras algo, esa gota de esperanza a través de las tinieblas. Recordarás que en el fondo, aún disfrutas de la fantasía épica y te emocionas con ella, como cuando eras joven. Leerás tus propios textos en un momento de paz y pensarás que no están tan mal. Beberás té o café mientras escuchas caer la lluvia en tu ventana, con tu libro en la mano. Sentirás que no habrá nada mejor que eso. Esbozarás una sonrisa cuando percibas el olor a libro nuevo y suspirarás cuando el sol se refleje en las páginas de uno viejo. Amarás a tus personajes y sentirás su calidez, serán reales, aunque nadie lo entenderá.
Tal vez, algún día, harás que con tu libro un joven comience a escribir, que descubra este mundo tan maravilloso y a la vez complicado. Podrías escribir grandes cosas, volar, el premio nobel, lo que te propongas. Eres y serás libre.
¿Y por qué no?
Después de todo, un escritor sabe que no existen imposibles.
Ay, como me emociona esta entrada, pero eso ya te lo comenté xD Yo quiero un futuro así, con esos problemas, pero ese final que le has puesto *-*
ResponderEliminarEscribes tan bonito :3
(Ah, y ¿te digo algo? En lo de la entrada pon: polvos siderales, por favor, que si pones sólo polvos tengo pensamiento impuros xD)
*//* Ayayayay! ME ENCANTA! Sería la vida más genialosa que podría imaginar. Sobretodo lo del final ♥ ♥ ♥
ResponderEliminarNunca dejes de escribir.
Lib: También te lo había dicho antes, gracias ♥ ♥ ♥ Yo creo que tu vida será parecida a la del texto (no exacta, sería muy raro), tienes talento, lo sé :3
ResponderEliminar(Sí, gracias por recordarme lo del polvo, impura. Lo cambiaré cuando no tenga tanta pereza)
GIUly: Gracias a ti también :D Seguro tu vida será muy genialosa, con la mentalidad que tienes ^^
Y gracias por eso, trataré de recordarlo siempre.
Increíble, no me salen las palabras (y raras veces me ocurre, porque tengo palabras para rato) para describir lo reflejada que me he sentido en esta entrada. Me ha ocurrido el bloqueo, el "puedes hacerlo mejor" el "no sirves para nada" pero tu desenlace final da esperanza a aquellos que estamos en ese momento de inspiración esporádica y escasa. Mil gracias por haber sabido expresar esa desazón que sólo los que escriben para los demás (y para ellos mismos) han experimentado. Ánimo en todo lo que hagas y sigue así de bien. En serio, encantada :D
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